De aspirantes a vencedores: mi experiencia como integrante del equipo ganador del 1er Hackathon de Puig con SAP y Mendix
Hace un mes no tenía la menor idea de qué era un Hackathon ni estaba familiarizado con Mendix, la plataforma entorno a la cual se organizaba el evento. Esto cambió hace una semana, ya que el equipo de Enzyme que participó en el evento, del cual formé parte, se proclamó vencedor del 1er Hackathon organizado por Puig con SAP y Mendix.
Antes de continuar, veo necesario hacer un par de aclaraciones para facilitar la comprensión de este artículo.
Hackatón: es un evento en el que un equipo de programadores trabaja conjuntamente durante un periodo de tiempo limitado para realizar un desarrollo en colectivo de software. De ahí el origen del término hackatón: hacker + maratón.
Mendix: es una plataforma para el desarrollo de aplicaciones web y móvil la cual tiene como principal objetivo facilitar y agilizar todo el proceso que conllevan estos proyectos, desde la asignación de tareas y responsabilidades dentro de un mismo equipo hasta la propia creación del producto final.
Todo empezó un día en el que un manager anunció: “nos vamos a presentar al 1er Hackathon organizado por Puig, en colaboración con SAP y Mendix, para desarrollar una app con Mendix y nos hace falta un equipo ¿Quién se apunta?”. A pesar de mi desconocimiento inicial, no dudé ni un instante en unirme al equipo ya que el reto que planteaba el proyecto me pareció muy interesante.
A continuación detallaré mi experiencia como participante en mi primer (y seguro que no la última) Hackathon:
Días previos
Todos los interesados en participar en el evento fuimos convocados a un briefing durante el cual se nos explicó que el evento duraría 3 días y que hasta el inicio no sabríamos en qué consistiría el reto que nos iba a presentar Puig. Nos recomendaron que debíamos prepararnos para poder cubrir cualquier requisito que se nos pidiera durante el evento.
Para ello nos preparamos para afrontar el Hackathon aprendiendo en grupo aquello que consideramos más relevante, desarrollando código que pensamos podríamos aprovechar en el evento y agendando reuniones diarias para realizar un aprendizaje colectivo y amenizar la curva de aprendizaje.
Primer día
Sin darnos cuenta nos encontramos en el primer día del evento, dubitativos por si nuestro nivel de conocimiento estaría a la altura de las expectativas y por la incertidumbre de no saber qué reto se nos iba a plantear. Aún así, todos estábamos ilusionados y dispuestos a dar lo mejor de nosotros mismos para ganar el evento y afianzar nuestra reputación como equipo y como expertos en innovación.
La ubicación elegida por los organizadores fue Espacio Mood, un ático dúplex, amplio e iluminado, adaptado para que seis equipos, los que íbamos a participar en el Hackathon, tuviéramos nuestro propio espacio de trabajo. Al evento acudieron directivos de Puig, comerciales y técnicos de SAP y Mendix para dar soporte a los equipos participantes. Tras la introducción, comenzaron las presentaciones y el planteamiento de los retos, los objetivos a cumplir y cómo se valorarían la soluciones presentadas por cada equipo.
Una vez concluida la introducción, cada equipo se puso manos a la obra: lluvia de ideas, esbozos de cada proceso, cada solución y cada pantalla de la app que íbamos a desarrollar hasta que tuvimos claro el concepto. Ahora sólo quedaba lo más complicado: desarrollarlo en el tiempo que teníamos.
Segundo día
Con un prototipo ya montado y las tareas claras y asignadas era momento de ponerse manos a la obra. Nos reunimos todos en una misma sala y estuvimos toda la jornada preparando el siguiente día en el Espacio Mood, en el que debíamos hacer una presentación no sólo del producto conseguido sino estimación total del proyecto y su extensión total, ya que en poco más de un día no iba a ser posible alcanzar una solución completa para el reto que se nos presentaba.
A medida que fue pasando el día la aplicación fue cogiendo forma, gracias a la plataforma de Mendix que permite trabajar en paralelo sobre un mismo proyecto sin problemas. Al final de la jornada ya disponíamos de las pantallas necesarias para cumplir con el objetivo que se nos presentó, pero aún faltaban detalles, solucionar bugs informáticos, y dar respuesta a funcionalidades no cubiertas… De modo que, a pesar de haber alargado el día un poco más de lo debido, nos fuimos con un sabor agridulce: por una parte satisfechos de haber hecho un buen trabajo pero algo decepcionados por no haber podido pulir esos detalles que podían ser diferenciales. Cansados pero satisfechos, cerramos la segunda jornada con el objetivo de recuperarnos para afrontar el tercer y último día con energía.
Último día
A primera hora nos fuimos reencontrando en la sala donde se había celebrado el primer día del evento. Con la tranquilidad que da saber que lo habíamos dado todo, aprovechamos los minutos antes de comenzar para realizar pequeñas modificaciones, ensayando la presentación y, cómo no, solucionando alguna que otra pequeña crisis que surgió a última hora.
A la hora indicada, entregamos nuestro proyecto junto a los otros participantes. Empezó la fase de presentaciones.
Nos sorprendió la calidad de las presentaciones realizadas por los otros equipos: cada uno tenía puntos fuertes y puntos débiles; algunos equipos desarrollaron aplicaciones muy potentes, otros habían definido un proceso increíblemente eficaz y otros presentaron propuestas totalmente inesperadas.
Al finalizar las presentaciones llegó el momento de la espera, un jurado integrado por directivos de Puig, SAP y Mendix que habían seguido el desarrollo de cada proyecto de cerca, se reunieron para deliberar cuál sería la propuesta ganadora, el trabajo ya estaba hecho y solo quedaba esperar la opinión del jurado.
Llegó el momento más esperado: el resultado. Con nervios escuchamos el feedback de los expertos para cada uno de los proyectos: sus puntos fuertes y áreas de mejora. Los jueces reconocieron el trabajo que habíamos realizado todos en tan poco tiempo y agradecieron todo nuestro esfuerzo y dedicación.
Acto seguido, nos presentaron un vídeo, sabíamos que el momento se acercaba y que el nombre del ganador se presentaría al final. Confieso que estaba bastante nervioso, a pesar de haber participado por voluntad propia y por el simple aliciente del aprendizaje y el crecimiento personal, quería que nuestro equipos ganase, no solo porque creía que lo merecíamos por el resultado final que habíamos conseguido sino por cómo habíamos trabajado en equipo, la manera en que nos coordinamos, nos sacrificamos y supimos aportar valor a la solución con las aptitudes que tenía cada uno.
Al acabar el vídeo, vimos con orgullo e ilusión el nombre “ENZYME” en el centro de la pantalla del proyector, la sensación fue increíble, ya que habíamos ganado el 1er Hackathon que había organizado Puig con la colaboración de SAP y Mendix, cuando un mes antes no teníamos conocimiento de la tecnología en la que se basaba el evento.
Fue una experiencia totalmente distinta y enriquecedora, tanto a nivel personal como profesional, y que espero que pueda repetir en un futuro. Sólo me queda agradecer al resto del equipo la experiencia vivida durante los tres días del evento.