¿Cuántas veces nos han contado que el mundo está cambiando a una velocidad que no imaginamos? ¿Qué hubiéramos pensado si nos hubieran pronosticado una caída del 92% en las visitas al comercio o que la movilidad en España se iba a reducir un 70%? Directamente no lo habríamos creído. Y es que la interconexión que hemos logrado en el mundo, la velocidad con al que una crisis puede afectar a todo el planeta, así como la velocidad a la que somos capaces de implementar medidas sociales o de desarrollar antídotos son ejemplos esta nueva era. La inteligencia artificial es una de las herramientas que nos está ayudando a adaptarnos.

Las empresas se han visto obligadas a cambiar también de forma súbita ante el cambio de las reglas de juego. El reto es cómo conseguir que las personas de las empresas se adapten al nuevo entorno y como la vía es su capacitación, desplegar nuevas habilidades de una forma casi instantánea. El desarrollo de su crecimiento e incluso su subsistencia depende de que logre ayudar a sus equipos en esta transformación y es aquí donde el microlearning va a jugar un papel clave.
¿Cuánta gente había teletrabajado de forma continuada con anterioridad? ¿Cuántos habían utilizado de forma individual herramientas de videoconferencia o de trabajo en equipo como Slack o Teams en entornos administrativos? ¿Cuánto habías pensado que ciertas actividades no las podríais hacer con un compañero al lado que os ayudara? Y hemos aprendido y adaptado rápidamente. Porque había un objetivo, había un foco en nuestro aprendizaje y había un impacto que hemos sabido aplicar de esa capacidad.
La evolución de la formación en las empresas
La formación en la empresa y en general ha ido evolucionando y adaptándose desde un modelo básico caracterizado por ser:
- Presencial.
- Acceso limitado de personas.
- Unidireccional.
- Temario o conjunto delimitado de conocimientos.
Este modelo de difusión del conocimiento necesitaba de un especialista que impartía un conjunto de conocimientos de forma estructurada y básicamente unidireccional. Para asegurar el grado de aprendizaje se recogían evidencias en forma de evaluaciones. Este sistema tenía un alcance limitado en cuanto al número de personas a las que podía llegar, dado que este modelo resultaba muy costoso, especialmente en organizaciones que están dispersas geográficamente.
La formación ha evolucionado en las empresas gracias a la irrupción de tecnologías digitales que han permitido que la nueva formación sea:
- Remota y desubicada.
- Acceso a toda la compañía.
- Unidireccional.
- Temario o conjunto delimitado de conocimientos.
La facilidad para generar escalabilidad ha facilitado su alcance a toda la plantilla con inversiones más moderadas. Han aparecido, también, de nuevo recursos que hacen más el accesible el conocimiento y apoyan el aprendizaje continuo, acercando lo más posible el refuerzo del conocimiento al momento de uso con medios como:
- Intranets y portales colaborativos.
- Repositorios documentales.
- Materiales de apoyo.
- Juegos para tratar de incentivar el aprendizaje.
- Píldoras formativas en videos.
- Test de evaluación de conocimientos.
Pero, en esencia, las organizaciones siguen ancladas en el mismo paradigma, se apoyen en formación presencial o formación on line. Se sigue manteniendo el sistema de conocimiento por lotes que de forma unidireccional se presenta a un conjunto de alumnos, donde la personalización sigue limitada a la interacción con el especialista en tutorías o en sesiones síncronas presenciales o telemáticas.
Este modelo dificulta que se aprovechen dos elementos clave del aprendizaje: la aplicación inmediata de los conocimientos adquiridos y la esfera social del aprendizaje, esto es, lo que aprendemos de nuestros pares.
Cambio de paradigma: la inteligencia artificial y el microlearning
La inteligencia artificial está permitiendo superar las limitaciones que hasta ahora se manifestaban en el modelo de formación digital.
Con la inteligencia artificial conseguimos una formación más motivadora para incentivar a nuestros colegas a que se acojan a los cambios que exige el mercado y más colaborativa. Este sistema es capaz de aprovechar el conocimiento y la experiencia que se existe en la empresa y en conjunto permitirá que la formación sea:
- Remota y desubicada.
- Accesible a toda la organización.
- Multidireccional.
- Personalizada.
De hecho, la inteligencia artificial ya está participando en la mejora de los programas de formación a través del Learning Analytics que están facilitando adaptar los contenidos y la experiencia formativa a cada alumno. También está formando parte de los motores de decisión en plataformas de educación o LMS (Learning Management System).
La clave de este nuevo paradigma está en la vinculación de la formación a los procesos de negocio, a las acciones y actividades que reclama la organización a sus equipos para alcanzar sus objetivos. La explotación conjunta de la información que generan tanto la actividad de negocio como la formativa y el impacto de ésta en el performance o desempeño de los recursos humanos permite la generación de itinerarios formativos y recomendaciones sobre el momento ideal para su impartición.
El microlearning es una herramienta clave que facilita a nuestras organizaciones a adaptarse al nuevo entorno cambiante porque es capaz de hacer llegar a todos sus equipos de forma rápida y no intrusiva los elementos necesarios para adquirir los nuevos conocimientos y capacidades que aseguren la adaptación y la mejora del desempeño.