No dejamos de escuchar que los datos y su correcto uso son una de las claves de la transformación digital. Comprender a los consumidores, optimizar la gestión del almacén o hacer campañas de marketing más efectivas, son algunos de los ámbitos donde la analítica de datos está dando sus frutos. Pero… ¿y la aplicación de Analytics al talento de la empresa, a las personas?
¿Qué hace People Analytics?
Sí, sí, hablamos de los empleados, esos que a diario esparcen papeles sobre la mesa de su despacho y con sus acciones y decisiones determinan el buen hacer de la compañía. Ellos son el alma y motor de toda empresa, y por eso es clave que también utilicemos las ventajas de la analítica de datos para comprender sus interacciones y, en última instancia, mejorar la competitividad de la compañía.
Establecer turnos en función de la afinidad entre empleados o minimizar el impacto de las vacaciones en la calidad del servicio, son algunas de las acciones que la compañía puede aplicar gracias a las herramientas de People Analytics. Recogiendo información del comportamiento de los empleados podemos establecer patrones que determinan por qué determinados equipos de trabajo son poco eficientes o tienen un mayor índice de quejas del consumidor. Analizando la afluencia de mensajes de correo electrónico y redes sociales, podemos, además, detectar qué empleados se llevan mejor entre ellos y establecer equipos más productivos.
La privacidad, a salvo
Y para los que se están preguntando dónde queda la privacidad a todo esto, tranquilos. Las partidas de People Analytics se juegan con datos agregados y anonimizados, ofrecen tendencias y resultados de grupos, pero no analizan (y mucho menos juzgan) comportamientos individuales. Ponen la lupa para recoger datos de personas individuales, pero se empaquetan para que el resultado sean patrones y tendencias que ayuden a tomar decisiones.
O sea, que People Analytics no es el acusica de la clase que apunta en la lista negra al que ha llegado tarde, sino una herramienta que nos ayuda a comprender (y mejorar) que los lunes la mayor afluencia de camiones bloquean la entrada del almacén y aumenta en un 20% el número de retrasos en la incorporación al puesto de trabajo. Y, con esa información en la mano, la empresa puede tomar una decisión que mejorará la puntualidad de sus empleados y el humor con el que llegan los lunes (con el correspondiente impacto en la productividad).
Premio para los pioneros que hoy lideren el cambio
En EE. UU., donde las empresas (y la sociedad en general) son menos reacias a hablar en términos de productividad, estableciendo objetivos y resultados, hace tiempo que las compañías buscan cuáles son los ejes que hacen que determinado perfil de empleado sea más productivo y esté más satisfecho compartir su talento con su empresa. Captar y retener ese talento “especial”, será clave para la supervivencia de las empresas en la economía del futuro. Y no, no hablamos del año estelar 2340, sino de un futuro tan cercano como mañana (casi de hoy).
En Enzyme hemos asumido estos conceptos y estamos ayudando a las empresas a realizar un cambio que, sin duda, es disruptivo. Cada vez son más numerosas las organizaciones que realizan proyectos de Analytics, y nuestra experiencia en este ámbito, en campos como el marketing y la logística, es constatable. Y si podemos ayudar a una organización a analizar datos de sus clientes para optimizar sus campañas publicitarias, ¿podemos aplicar este conocimiento a los recursos humanos? Al final, en ambos casos hablamos de personas (consumidores o empleados), y de lo que se trata es de definir patrones que ayuden a las empresas a tomar mejores decisiones. Así que, efectivamente, podemos ayudar y ya lo estamos haciendo.
El concepto ya se está normalizando en otros países. Compañías como Google o Facebook lo aplican en sus procesos de selección. En España, en cambio, aún son escasas las organizaciones que tienen la madurez cultural para dar ese salto. Las reticencias se centran en buena medida en la privacidad de los datos y en salvaguardar la intimidad de los empleados.
Pero, precisamente por esa baja penetración que aún tienen estos proyectos en nuestro país, las empresas que empiecen hoy a establecer el cambio cultural necesario para esta transformación, estarán más maduras y serán más competitivas que cualquier otra. Asumir un concepto nuevo, que tarde o temprano entrará en todos los despachos y oficinas, es la mejor manera de prepararse para el futuro (ese futuro que ya es hoy) y triunfar como lo están haciendo las grandes corporaciones digitales. El talento lo es todo, y comprender antes que nadie cómo atraerlo, gestionarlo y retenerlo, será la garantía para una empresa más productiva y unos empleados más satisfechos. Y People Analytics estará ahí para certificar eso con datos.
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