RPA es uno de los campos donde la tecnología está empezando a esprintar. Ya llevamos tiempo viendo en funcionamiento asistentes virtuales, chatbots incluso coches que se conducen solos. Esta es una tecnología que goza de la confianza de muchas empresas, y las cifras así lo demuestran con un 78% de directivos que afirman tener implantados proyectos con RPA, lo que demuestra un alto grado de implantación de procesos de automatización.
La posibilidad de que las máquinas reemplazaran al ser humano ha sido campo abonado para la ficción. La robotización, el automatismo, es algo a lo que nos llevamos acercando desde la literatura como las novelas de ciencia ficción de los 80. Por eso, siempre viene bien pararse un momento para fantasear (o no tanto) sobre lo que nos deparará el futuro cercano… ¿Podré adquirir finalmente el asistente Jarvis de Ironman?
RPA: una solución presente en las empresas
Ahora, con los pies más en la tierra, próximamente veremos que más y más empresas empiezan a implantar soluciones de este tipo. En el mencionado estudio, junto al 78% de empresas que ya tienen implantados proyectos de RPA, otro 16% espera arrancar alguno en 2021 y solo un 6% de las empresas no tiene previsto incorporar esta tecnología. Por otro lado, Gartner evalúa que la inversión solo en software RPA alcanzó en 2020 la cifra de 1.579 millones de dólares y espera un crecimiento del 19% para 2021.
Y no es de extrañar este crecimiento porque la tecnología RPA cuenta entre sus ventajas:
- Bajo coste frente a otras opciones de automatización.
- Planteamiento muy centrado en la persona.
- Aprovechamiento de los sistemas que está utilizando la empresa.
Esto hace que su implantación sea muy intuitiva y fácil para cubrir las necesidades de automatización que tienen las empresas junto a una rápida y evidente recuperación de la inversión.
Ejemplos de este potencial se han hecho notar en áreas como finanzas, IT o atención al cliente, pero especialmente ha destacado porque se ha convertido en un multiplicador de los recursos en los peores momentos de la gestión de la pandemia COVID-19. Ejemplos de esto lo encontramos en sus aportaciones tanto en la gestión de las analíticas, procesos logísticos o en la gestión de la información para el seguimiento de la incidencia de la enfermedad.
Hiperautomatización: una apuesta de futuro
El crecimiento de las aplicaciones RPA no es casual porque entra de lleno en una de las tendencias actuales de la gestión: la hiperautomatización. Esta consiste en una nueva manera de entender los negocios y sus procesos, combinando RPA con otras tecnologías avanzadas como Inteligencia Artificial o Machine Learning, procesamiento de lenguaje natural, visión artificial, el Cloud Computing o la explotación de fuentes masivas de información como la Big Data.
RPA: un prometedor futuro cercano
Para los dos próximos años IDC pronostica crecimientos hasta 2023 superiores al 15% en nuestro entorno y eleva al 45% las tareas repetitivas de las grandes empresas que se verán automatizarán o apoyadas por Digital Coworkers. Es en este segmento para el que tanto Gartner como Deloitte estiman que para 2022 más del 90% de las empresas habrá adoptado algún tipo de solución basada en RPA.
Este crecimiento se está extendiendo a toda clase de organizaciones por las exigencias de teletrabajo y las restricciones al movimiento de personas que hemos vivido en 2020 y 2021. Una vez que las empresas han probado en algunos de sus procesos entran en una fase de madurez, aumentando el número de procesos que mejoran con la incorporación de RPA.
Un ejemplo de hiperautomatización se observará en sector sanitario en el que la combinación de visión artificial, inteligencia artificial, computación en la nube junto con RPA. Esta combinación permitirá despuntar nuevos procesos y modelos de negocio como la telemedicina o telediagnósitico, del cual ya se lleva varios años trabajando.
De este modo la tecnología RPA se está convirtiendo en un catalizador para que las empresas adopten la nueva ola tecnológica de las que llevamos varios años hablando, haciendo palpable cómo la automatización va a permitir aumentar la capacidad de trabajo del ser humano y por lo tanto abriendo la puerta a mayores rentabilidades de las empresas y niveles de bienestar para las personas.